El anillo y el Bulldog francés
Historia basada en un cuadro de Menchu Uroz
El hombre agachado hace una
foto del paisaje mientras la chica de la camiseta naranja parece buscar algo en
el suelo. Tal vez algo que sacó del bolso o que llevaba en la mano. La misma
mujer, junto al hombre de la cámara de fotos, habla por el móvil con una amiga
por eso ahora duda de si realmente se la ha caído algo al suelo. Aunque puede
que sólo esté mirando hacia abajo para concentrarse porque a lo mejor hay
interferencias en la línea. A su lado la niña de la coleta se pone las manos en
la frente como si le molestara el sol. La niña de la coleta mira el horizonte y
a lo lejos ve la silueta de la torre de pisos donde vive. Está tan borrosa que
parece una nube alargada de color grisáceo, como una sombra de su propia casa.
Por un momento se asusta porque imagina que todo lo que conoce ha dejado de
existir. La niña de la coleta acaba de recordar algo, seguro que un encargo que
le hizo su madre antes de salir de casa. Junto a la niña de la coleta está el
hombre del periódico. El hombre del periódico lleva a su perro Bulldog francés
con la correa, pero a él le gustaría poder corretear libre junto a los demás
perros. Al hombre le gusta pasear con su perro por el parque y encontrarse a
viejos amigos con los que charla de las últimas noticias y de los caprichos de
su Bulldog francés que se llama Yoda, nombre que le pusieron sus nietos por
una conocida Saga. El perro piensa en un hueso enterrado en el suelo. La chica
de minifalda vaquera camina con paso decidido como si llegara tarde a algún
sito. La chica de minifalda vaquera lleva una lata de bebida light en su
mano izquierda; seguro que está buscando una papelera. Dos horas antes la chica
de minifalda vaquera estaba sentada en un banco del parque junto al estanque y
leía tranquilamente una novela en la que unos personajes solitarios visitaban
un parque y eran pintados por una mujer que tenía un caballete con un lienzo
bajo la sombra de un castaño. Las sombras de los paseantes se dibujan en la
arena. La niña de la bicicleta tiene nueve años, está a punto de cumplir diez y
piensa en la fiesta de cumpleaños. El verano pasado la niña de nueve años
aprendió a montar en bici con la ayuda de uno de sus primos. Le encanta su
bicicleta. La madre del bolso rojo lleva de la mano a su hijo Bruno. Bruno
lleva una gorra y un avión en la mano izquierda. Bruno hace el sonido del avión
Brurrrr, casi como su nombre. Vuelven
a casa. La madre de Bruno trabaja en una empresa de publicidad, pero lo que
realmente le apasiona es confeccionar bolsos, como el rojo que lleva. Todos
están felices o al menos lo parecen. Piensan en sus cosas y están tan
ensimismados que me hacen dudar de su existencia. El hombre del periódico y del
Bulldog francés encuentran un anillo, que creen pertenece a la señora de la
camiseta naranja. El paisaje es azul en las miradas de todos. Esta historia es un
sueño, aunque aún no lo saben.
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