Mr. Google y Mr. Doodle
Este señor virtual, casi
omnisciente y de memoria prodigiosa, cuyo oficio en su origen podría ser
similar al de las “operadoras” del teléfono de información, no me refiero a los
servicios automatizados en los que te habla una máquina generalmente con voz de
mujer, sino a aquellas mujeres de carne y hueso- recuerdo una secuencia de los años
50 en las que incluso fumaban mientras realizaban su trabajo- que delante de un
panel con cientos de clavijas atendían las llamadas de los usuarios a un ritmo
frenético. Mr.Google no nos habla- ¡todavía!-,
pero se ha convertido en algo más que un simple buscador de contenidos en el
universo de la Red. Si os fijáis en nuestros hábitos, casi hemos dejado de
acudir a los libros y enciclopedias o a otras fuentes, porque Mr.Google-como un tutor paciente y sabio
nos abre las puertas del conocimiento. Lo digo irónicamente, pero no dejo de
reconocer que, desde luego, nos permite acceder a la información a lo grande como el bibliotecario
virtual de la película “La máquina del
tiempo”, que se proyectaba como un holograma en una pantalla traslúcida y
atendía de forma personalizada a todos los que querían saber, proporcionándoles
al instante las imágenes y textos de referencia sobre el tema consultado. Aquí
comienzan a surgir mis dudas sobre nuestra relación con Mr.Google, que no sólo nos muestra la correlación de páginas y páginas
asociadas a una palabra, nombre, tema, etc. sino que nos las proporciona según
su propio criterio, el cual se nos escapa. Por otra parte, la cantidad no
debería primar sobre la calidad, y me diréis que aquí es cuando entra en juego
el papel del internauta. Eso en teoría, porque la mayor parte de las veces, por
el deseo de inmediatez, no podemos contrastar esa información o no sabemos si
es fiable o no. Salvo en los casos de “los
bulos de Internet” que, en general, son obvios. Así tal vez necesitemos unas
pautas, incluso una asignatura escolar, para saber cómo gestionar la
información de la Red y cómo utilizar sus buscadores. Además no todo lo que aparece en los apuntes
de Mr.Google es lo único que existe-“ni son todas las que hay ni están todas las
que son”- eso está claro, aunque a veces se nos llegue a olvidar. Mr. Google a veces se disfraza o
transforma en Mr. Doodle, su otro yo,
más creativo y didáctico, que nos transmite una información con un lenguaje audiovisual como, por ejemplo, el
aniversario de Claude Debussy con una animación con la romántica melodía de “El claro de luna”. ¿Terminará Mr.Google siendo un ente
sabelotodo como “los cerebros de los
ordenadores centrales” de las películas de ciencia-ficción o incluso un “Big brother”?
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